Informe Planeta Protegido 2020: Latinoamérica y el Caribe
La RedParques* -cuya Coordinación Regional se encuentra en la CONANP México-, UNEP-WCMC, UICN-CMAP, WWF y el Proyecto IAPA Visión Amazónica presentan los resultados del informe y las recomendaciones de los expertos que facilitarán la toma de decisiones en materia de áreas protegidas y conservadas para la próxima década.
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El informe muestra las fortalezas y debilidades de la región, así como las oportunidades de acción que permitirán abordar de manera coordinada los retos de Latinoamérica y el Caribe para detener la pérdida de biodiversidad en áreas protegidas y conservadas.
Este informe analiza el progreso en el cumplimiento de los componentes de la Meta 11 de Aichi del Convenio sobre la Diversidad Biológica, en 51 países, islas y territorios de Latinoamérica y el Caribe.
Reúne las voces de 58 autores de más de 40 organizaciones entre Gobiernos, Instituciones Académicas, ONG Nacionales e Internacionales y Agencias de Cooperación Internacional, que resultan en el informe más completo en el estado de cumplimiento de los países de Latinoamérica y el Caribe frente a Meta 11 de Aichi. Se basa primordialmente en la información de la Base de Datos Mundial de Áreas Protegidas a julio del 2020 y se complementa de múltiples fuentes regionales.
Hallazgos del informe
Con más de 8,8 millones de km2 en áreas protegidas terrestres y marinas, Latinoamérica y el Caribe (LAC) es la región más protegida del mundo, en cobertura terrestre (sin considerar la región polar). Esta cifra equivale a un 21,4% del área total protegida por LAC (el 24% de las zonas terrestres y el 19% de las zonas marinas y costeras), una cobertura mayor que la superficie total de Brasil o a la suma de los territorios continentales de Argentina, México, Perú, Colombia, Bolivia y Paraguay.
En LAC se han identificado un total de 2 300 Áreas Clave para la Biodiversidad (KBA por sus siglas en inglés) que cubren más de 3,2 millones de km2. El 21,2% de estas KBA se encuentran cubiertas por áreas protegidas, que representan el 56,2% de la superficie total de KBA en la región. Por otro lado, el 43,8% de las KBA no tiene ningún grado de protección bajo la figura de áreas protegidas.
A pesar del gran esfuerzo por cumplir el componente de cobertura de la Meta 11 de Aichi, la protección no es representativa, en términos de biodiversidad ecológica, a distintas escalas de análisis. Sólo la mitad de los biomas presentes en LAC alcanzan o superan el 17% de protección. Algunos biomas, tales como el bosque y el matorral mediterráneo o las praderas y sabanas templadas, están particularmente subrepresentados en la región. En LAC están el 24% de las ecorregiones terrestres y el 19% de las ecorregiones marinas del mundo, por lo que se sugiere evaluar la representatividad de su región protegida, en cuanto al estado de protección de las especies y endemismos regionales.
En cuanto a conectividad, la gran mayoría de los países de LAC aún están en proceso hacia el cumplimiento del criterio de conectividad de la Meta 11 de Aichi. De los 51 países y territorios en la región, solo nueve presentan más del 17% de su superficie terrestre protegida y conectada. En promedio, 33% de la extensión de esos sistemas nacionales de áreas protegidas no están bien conectados, es decir, aproximadamente una tercera parte de la superficie protegida en LAC corresponde a islas de conservación.
El informe también presenta la diversidad de modelos funcionales de gobernanza en áreas protegidas y conservadas existentes en la región y expone la necesidad de generar mecanismos institucionales y legales para reconocerlos y darles operatividad.
Finalmente, hace un llamado a unir esfuerzos para lograr una conservación más efectiva e inclusiva. Invita a incrementar significativamente los recursos financieros para los sistemas de áreas protegidas, mejorar las evaluaciones de la efectividad del manejo de manera sistemática, así como mejorar las condiciones laborales de los guardaparques.
Sin áreas protegidas y conservadas, no hay futuro sostenible.
En un futuro marcado por la incertidumbre, las áreas protegidas y conservadas deben ser reconocidas como el principal mecanismo de conservación de la naturaleza y de los servicios ecosistémicos (elementos básicos para el bienestar humano). En estos tiempos críticos, las áreas protegidas y conservadas deben contar con las condiciones propicias para implementar plenamente sus objetivos de conservación y ser reconocidas como motores de desarrollo local, con responsabilidad compartida, que proveen servicios fundamentales para la salud y supervivencia humana.
*La red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Parques Nacionales, otras Áreas Protegidas, Flora y Fauna Silvestre (RedParques), es una red con más de 35 años de experiencia integrada por 22 sistemas nacionales de áreas protegidas de Latinoamérica y el Caribe que busca mejorar la gestión de las áreas protegidas y conservadas. Más info: