Dr. Rustam Sagitov, uno de los grandes conservacionistas de la naturaleza de Rusia
La UICN lamenta profundamente la pérdida del Dr. Rustam Sagitov, Consejero Regional de la UICN para Europa oriental, Asia Central y del Norte, y Presidente del Comité Nacional de UICN para Rusia, fallecido el domingo 19 de agosto de 2018. Aleksei Zavarzin, Vicepresidente Regional de la CEC/UICN para Europa oriental, Asia Central, y Boris Erg, Director, Oficina Regional de la UICN para Europa oriental y Asia Central, rinden homenaje al Dr. Rustam, reflexionando sobre su vida y logros excepcionales, y el legado que deja tras de sí en la conservación, en Rusia y en el mundo en general.
Es con profunda tristeza que anunciamos el fallecimiento del Dr. Rustam Sagitov el 19 de agosto de 2018, Consejero Regional de la UICN para Europa oriental, Asia Central y del Norte, Presidente del Comité Nacional de la UICN para Rusia y, sobre todo, un dedicado conservacionista y buen amigo. Su hijo, Aleksey, estaba junto a él.
Rustam iba a cumplir 68 años. En 2016, en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN en Honolulu, añadió una perla más a la larga serie de logros en su notablemente prolífica carrera profesional. Fue elegido Consejero Regional de la UICN para Europa oriental, Asia Central y del Norte. Desde el primer día, asumió el nuevo cargo con enorme energía y dedicación, y ayudó a la UICN a consolidar su presencia y visibilidad en la región, al tiempo que promovía incansablemente la región al resto del mundo. Ambientalista dedicado, respetado profesor de la Universidad Estatal de San Petersburgo, una persona con refinadas habilidades para la mediación y una amabilidad y paciencia sin igual. Rustam fue la persona idónea para asumir esta nueva tarea. Hoy, su muerte prematura representa una pérdida irreemplazable para toda la comunidad conservacionista. Todos nos sentimos huérfanos ante la ausencia de su amable mirada, sus sabios consejos y su genuino respeto por los demás.
Nacido en Samarcanda, Uzbekistán, Rustam se graduó de la escuela soviética más prestigiosa –la Universidad Estatal de Moscú– y recibió su doctorado en Ornitología de otra importante universidad rusa en San Petersburgo. Uno de los pocos biólogos rusos a mediados de los años 80, se le concedió una beca para pasar un año en la Universidad de Carleton en Ottawa, Canadá. Desde entonces, se convirtió en el verdadero punto de entrada para los enfoques internacionales hacia la conservación en Rusia, y más adelante en su carrera en Europa oriental y Asia Central. Fue uno de los primeros científicos rusos que vio la necesidad de un delicado equilibrio entre la investigación y las acciones de conservación y dedicó mucho tiempo a innumerables proyectos y programas ambientales en la región del Báltico, Europa oriental, la Comunidad de Estados Independientes y más.
Bajo el liderazgo de Rustam, los temas de la conservación transfronteriza, la planificación regional sostenible y la educación ambiental adquirieron notoriedad en la región. El esfuerzo de Rustam por combinar la tradición rusa en la educación ambiental con estándares y enfoques internacionales de conservación le permitió formar a generaciones de jóvenes científicos de su país y del extranjero, e infundirles un amor duradero por la naturaleza. La visión de futuro y la sabia orientación de Rustam permitieron que muchos jóvenes talentos se convirtieran en expertos en conservación y emprendieran carreras profesionales.
La carrera de Rustam fue sumamente prolífica. En el transcurso de más de tres décadas, Rustam ayudó a desarrollar numerosos proyectos y programas en Rusia, la región del Báltico, el Cinturón Verde de Fennoscandia, Europa oriental y Asia Central. Sus colaboraciones internacionales y su participación activa en muchos foros internacionales contribuyeron significativamente a dar a conocer la región al resto del mundo. Fue uno de los fundadores del Fondo Báltico para la Naturaleza, Miembro de la UICN, miembro de la Unión para la Conservación de las Aves de Rusia, la Sociedad de Naturalistas de San Petersburgo, representante oficial de Rusia en el Grupo de Trabajo HELCOM HABITAT y miembro del Consejo Consultivo Medioambiental del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.
Por encima de todo, Rustam fue un buen amigo y maestro. Parte vital de su vida fueron su gran admiración por la naturaleza y gran preocupación por las personas. Con su fallecimiento, hemos perdido a un diligente colega y maestro, un extraordinario ser humano que se dedicó por completo a preservar la naturaleza e inculcar valores e integridad en las personas, un hábil organizador y sabio negociador, y un amigo amable y considerado.
Rustam partió prematura e inesperadamente, dejando tras de sí un gran legado y muchos proyectos inconclusos. Ahora nos corresponde no dejar que se desvanezcan y atesorar la memoria de nuestro entrañable amigo Rustam.
"Deja la luz cuando mueras", dice una popular canción rusa. ¡Rustam ha dejado mucha luz!