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Los ecosistemas de agua dulce benefician a los seres humanos, a través de la provisión de bienes materiales como alimentos e insumos para la construcción, textiles o medicina; servicios no materiales como actividades de recreación, representación en prácticas espirituales u oportunidades para el aprendizaje; y servicios de regulación de la cantidad y calidad del agua o la regulación del clima.

Lynch, Cooke y Jähning (2023)��

A continuación, en la siguiente infografía, se resume el estudioen donde se categorizan y presentan ejemplos de cómo los seres humanos necesitamos a la biodiversidad de agua dulce.��

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A modo de ejemplo, en los siguientes párrafos se revisa un caso de cada categoría del estudio, con datos para nuestra región.

PROVISIÓN DE ALIMENTO: Pesca de Agua Dulce

En América Latina y el Caribe, el volumen de pesca de agua dulce fue de 0.49 millones de toneladas, casi el 4% de toda la pesca continental en el mundo en el año 2020.�� Si bien estas cifras no parecen impresionantes, cuando se revisan por país podemos destacar que, para Bolivia y Paraguay, la pesca de agua dulce corresponde al 100% del total; mientras que para Brasil o Colombia, supera el 25% de todas las capturas de peces ��Es más, las estadísticas oficiales probablemente están subestimadas ya que se basan en especies comerciales documentadas y no consideran la pesca de subsistencia y autoconsumo, que es vital para las comunidades indígenas en la Cuenca Amazónica y otras comunidades indígenas y comunidades rurales aisladas; la recolección de otros recursos hidrobiológicos como moluscos o crustáceos; ni tampoco los mercados informales.

La pesca es sólo un ejemplo de la importancia de la biodiversidad de agua dulce para el bienestar humano.�� Además de ser una importante fuente de proteína, que se traduce en salud nutricional (ODS 3) y seguridad alimentaria (ODS 2); también es el origen de varios empleos intensivos en mano de obra (ODS 8), en los que la participación de las mujeres y otros grupos vulnerables es importante (ODS 5) debido a la escasa restricción de acceso al recurso.�� En America del Sur, se estima que 850 mil empleos se relacionan con la pesca en aguas continentales ().

Una particularidad de la pesca de agua dulce en América del Sur es que se concentra en los grandes ríos y está orientada a la captura de especies nativas migratorias. Un ejemplo notable son que desovan en las cabeceras andinas, crecen en el delta del Amazonas y luego retornan a sus áreas de reproducción teniendo un ciclo migratorio que abarca miles de kilómetros, saltando entre las fronteras de varios países.�� Cuando se trata de cuencas transfronterizas, el desafío de una pesca sostenible incrementa debido la necesidad de crear instancias de gobernanza, gestión y financiamiento compartidas que permitan un enfoque integral y desarrollo de sinergias y articulación entre los países que comparten estas cuencas y estas pesquerías.

A pesar de su importancia, casi un tercio (27%) del total de especies de agua dulce evaluadas por la de UICN a nivel mundial (29.500 especies), ha sido clasificado bajo alguna categoría de amenaza de extinción. ��Para los (región andino-amazónica de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, además del Choco colombiano y del noroeste ecuatoriano), en el año 2016, esta cifra era de 17,5% (de un total de 638 especies endémicas con información suficiente para su evaluación.

A nivel mundial, se estima que la contribución de los servicios ecosistémicos de los humedales supera los USD$ 47 billones (al año 2011) ().

SERVICIOS DE RECREACIÓN: Ecoturismo en El Pantanal

El Pantanal es uno de los humedales más grandes del mundo, compartido entre Bolivia, Brasil y Paraguay.�� Tres grandes ecosistemas convergen en el Pantanal: sabana cerrada, bosque seco chiquitano y chaco, integrados por los ciclos de crecidas hidrológicas. Sostiene una de las concentraciones más altas de vida silvestre en América Latina, siendo el hogar de especies clave como el jaguar, la anaconda, los caimanes y las guacamayas. La alta productividad del Pantanal mantiene a una gran lista de especies de macrofauna terrestres y de agua dulce, que son de gran importancia para las comunidades locales. Su riqueza cultural es un tesoro adicional.�� Gracias a estas características, el Pantanal es ahora un codiciado destino para el ecoturismo.�� Las actividades como pesca deportiva, avistamiento de aves y avistamiento de jaguares, de particular interés, se han incrementado en este bioma durante los últimos 20 años. ��La industria del ecoturismo es otro ejemplo de cómo la biodiversidad de agua dulce contribuye al bienestar humano.�� Puede ser considerada como un importante generador de ingresos y empleos (ODS 8), con la ventaja adicional ser una herramienta de conservación no solo para las especies bandera como los jaguares, sino también para todo el ecosistema (ODS 15).

Un , en el estado de Mato Grosso, Brasil, estimó que los ingresos anuales totales (año 2015), que representaron los paquetes turísticos de avistamiento de jaguares, para siete alojamientos locales, fueron de USD$ 6.827.625.�� En términos de costos y beneficios, proporcionar un hábitat seguro a una población de jaguares supera con creces (la estimación es de 56 veces) los costos de las pérdidas de ganado en ranchos privados alrededor del área de estudio (Tortato et al, 2017).

REGULACIÓN DEL CLIMA: Los Páramos Andinos como Sumideros de Carbono

Los humedales, particularmente las turberas, desempeñan un papel crucial en la mitigación y adaptación al cambio climático al actuar como sumideros de carbono naturales y reducir el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos. Las turberas son una de las mayores reservas de carbono orgánico terrestre a nivel mundial, almacenando el doble de carbono que los bosques (, 2021).�� América del Sur tiene el 11% de las turberas del planeta.�� Entre ellas, las turberas tropicales de altitud que forman parte de los ecosistemas de páramo -cuyo potencial como sumidero de carbono sigue estando poco estudiado.

Los páramos, se encuentran en las regiones montañosas desde Venezuela hasta el norte del Perú. ��Son reconocidos por su gran biodiversidad y endemismos.�� Las estimaciones de su capacidad de almacenamiento de carbono en sus suelos orgánicos profundos varían los contenidos entre 119 y 397 t/ha en los primeros 40 cm de profundidad. Mientras que el almacenamiento en la biomasa aérea (vegetación) varía entre 13,21 y 183 t/ha ).��

Además, la capacidad de regulación del agua del Páramo ayuda a las comunidades a reducir su vulnerabilidad al proporcionar un suministro constante de agua en cantidad y calidad (ODS 6).�� Un estudio realizado para el Fondo de Agua de Quito, Ecuador, estimó que, por cada 1 dólar invertido en la conservación y restauración del páramo, que es la fuente de agua de la ciudad, la empresa municipal de agua potable recupera USD$1,31 debido al mantenimiento del flujo de agua que se origina en los páramos.

La conservación de los páramos, y otros humedales, es considera una estrategia eficaz e indispensable para mitigar el cambio climático (ODS 13), garantizar agua de consumo en cantidad y calidad (ODS 6, ODS 3) y la seguridad alimentaria (ODS 2), mejorar los medios de vida de varias comunidades rurales que ancestralmente practican agricultura y ganadería en este ecosistema (ODS 8, ODS 12); que son contribuciones importantes al bienestar humano.

Reflexiones

Muchos otros casos se podrían levantar y estudiar a profundidad, contribuyendo de esta manera a los argumentos que abogan por la conservación integral de estos y otros importantes ecosistemas. Y es que, cada año, que analizamos nuestra relación con la naturaleza, llegamos a la conclusión de que nuestro bienestar depende por completo de ecosistemas saludables. Sin embargo, ahora no basta estar de acuerdo, es necesario dar un paso hacia adelante.��

Este año el lema para el Día Internacional de la Diversidad Biológica es "Del acuerdo a la acción: reconstruir��la biodiversidad", un eslogan que rememora que tenemos un . Un acuerdo histórico que nos marca una hoja de ruta y medidas que se deben implementar antes de 2030 para llegar a una diversidad biológica protegida y sostenible de cara a 2050.

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