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íܱ 26 Jul, 2024

Manglares: aliados en la conservación de la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático y el bienestar de las comunidades costeras de Centroamérica y el Caribe

El Día Internacional para la Conservación del Ecosistema de Manglares se celebra cada año el 26 de julio, con el objetivo de concientizar sobre la importancia de estos ecosistemas únicos y vulnerables, y promover soluciones para su conservación y usos sostenibles.

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Photo: UICN

San José, 26 de julio de 2024. Los manglares son ecosistemas reconocidos por su excepcional capacidad para almacenar carbono, proveer bienes y servicios esenciales a las comunidades locales y proteger las costas contra los efectos de huracanes y ciclones. Sin embargo, actualmente enfrentan amenazas sin precedentes debido a la deforestación, la contaminación y el cambio climático.

Según la , publicada en 2024 por la Lista Roja de Ecosistemas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), más del 50% de los bosques salados del mundo están en riesgo de colapso para el año 2050. El estudio estima que, en ausencia de esfuerzos adicionales de conservación, se perderán para esta fecha aproximadamente 7,065 km² de manglares y 23,672 km² estarán sumergidos debido al aumento del nivel del mar. Si esto llegara a suceder, el mundo perdería aproximadamente 1.8 mil millones de toneladas de carbono almacenado, representando un costo de $336 mil millones, así como protección para 2.1 millones de vidas humanas expuestas a inundaciones costeras.

Según datos de , en 2020 la región de Centroamérica y el Caribe albergaba alrededor de , correspondientes a un 14% de la cobertura mundial.

La Oficina Regional para México, América Central y el Caribe de la UICN realiza a través de su cartera de proyectos diversas acciones para promover la conservación y el manejo sostenible de estos cruciales ecosistemas, como una herramienta efectiva para combatir el cambio climático, conservar la biodiversidad y garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades costeras de la región.

A través del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera, implementado con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), 2 164 hectáreas de manglar en las zonas marino-costeras de Guatemala, El Salvador y Honduras han sido mejoradas restableciendo su flujo hídrico, monitoreando la salud de las especies que los albergan, contribuyendo a buenas prácticas de uso y conservación, y favoreciendo la conectividad de ecosistemas y la captura de carbono.

En Honduras, el proyecto Conservando Ecosistemas Costeros, apoya al Instituto de Conservación Forestal (ICF) en la actualización del Monitoreo de las Unidades de Muestreo de Mangle del Inventario Nacional Forestal 2024, en Islas de La Bahía, el Caribe y el Pacifico. Adicionalmente, a través del fondo de pequeñas y medianas donaciones se han financiado proyectos de restauración de manglares en el área protegida “Las Iguanas y Punta Condega”.

El Programa de Biodiversidad Enlazando el Paisaje Centroamericano, financiado por el Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ, por sus siglas en alemán) a través del KfW, banco de desarrollo alemán, realiza acciones de Restauración Ecológica de Manglares (REM) en los humedales de Barra de Santiago (El Salvador) y la Moskitia (Honduras), beneficiando un total de alrededor de 500 hectáreas.

El Proyecto Mejorar la Gestión Ambiental a través de la Gestión Sostenible de la Tierra en San Cristóbal y Nieves, financiado por el Fondo del Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) está trabajando con contrapartes locales para restaurar y conservar 20 hectáreas de ecosistemas de manglares en peligro crítico. Las actividades incluyen la siembra de especies dominantes de manglares en zonas afectadas por la deforestación, así como la capacitación y sensibilización de las poblaciones locales para la protección de los manglares.

En el Día Internacional para la Conservación del Ecosistema de los Manglares, la UICN reafirma su compromiso con su protección y manejo sostenible, reconociendo su papel esencial en la resiliencia ambiental y el desarrollo sostenible de nuestra región y del mundo entero. Con esfuerzos continuados y colaborativos, podemos asegurar que los manglares sigan siendo un recurso vital para las generaciones futuras.