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Menos del 3% de los océanos del mundo está a salvo de las presiones humanas. Conservar los recursos marinos en beneficio de todos es clave para el Programa Naturaleza 2030 de la UICN.
El calentamiento, la acidificación y la desoxigenación de los océanos, la sobrepesca y la contaminación están causando daños a largo plazo a la vida marina y a las personas que dependen de ella. Una explotación minera de los fondos marinos mal regulada podría dañar aún más los ecosistemas marinos. Sin reformas, la situación empeorará, con profundas repercusiones para la humanidad, la vida en los océanos y los sistemas meteorológicos mundiales.
Para 2030, un océano saludable sustenta la naturaleza y las personas, regido por marcos nacionales e internacionales reforzados e inversiones sostenibles que mantienen y restauran la biodiversidad de los océanos y zonas costeras y los servicios conexos para las generaciones futuras.
Se detienen la pérdida de especies y el deterioro de la salud de los ecosistemas de agua dulce y se inicia su restauración.
Se garantiza un acceso equitativo a los recursos hídricos y a todos los servicios ecosistémicos asociados.
La gobernanza, legislación y decisiones sobre inversiones en materia de agua tienen en cuenta los múltiples valores de la naturaleza e incorporan los conocimientos sobre biodiversidad.
