UICN promueve espacios de gobernanza seguros, equitativos, inclusivos y libres de violencia de género
Mediante procesos de reflexión desarrollados por hombres, en el proyecto Altiplano Resiliente se impulsa el cambio de las prácticas sociales que limitan la participación efectiva de las mujeres en los espacios públicos donde se toman decisiones sobre la gestión de los recursos naturales.
Guatemala, 25 de noviembre de 2024. Más de 200 personas, 117 hombres y 35 mujeres, han sido las protagonistas de un proceso de capacitación de facilitadores y formadores populares para facilitar condiciones que permitan el desarrollo de liderazgos y una gobernanza inclusiva para la adaptación al cambio climático en el altiplano de Guatemala, calificado como una zona de alta vulnerabilidad.
La metodología, basada en la educación popular, utiliza las vivencias cotidianas como herramienta para la reflexión personal y colectiva, que admite altos márgenes de flexibilidad y adaptación, logrando incorporar el enfoque intercultural en los procesos de formación.
El primer paso para construir una gobernanza segura, equitativa e inclusiva es identificar, desde los conocimientos y vivencias locales, los efectos diferenciados del cambio climático sobre las comunidades, los hombres y las mujeres, así como las normas, acciones y condiciones comunitarias que pueden generar o disminuir vulnerabilidades en los diferentes grupos poblacionales.
Como segundo paso, se requiere el reconocimiento del modelo dominante, construido socialmente, en el que se expresa la masculinidad a nivel familiar y comunitario. Como resultado de este ejercicio, las personas participantes reconstruyen y analizan los principales mandatos sociales que gobiernan a los hombres, sus efectos y costos, incluyendo la violencia basada en género.
Finalmente, se reflexiona sobre los posibles caminos para construir liderazgos masculinos inclusivos y libres de violencia en las unidades familiares, organizativas y comunitarias que contribuyan a la resiliencia climática.
De acuerdo con Rony Miranda, participante del proceso de Quetzaltenango, se utiliza una “metodología noble, la llamo noble porque respeta el conocimiento local, no impone, sino que genera reflexión”.
El proceso formativo “Capacitación de facilitadores sobre liderazgos y gobernanza inclusiva, en el contexto de la adaptación al cambio climático, dirigido a hombres”, desarrollado en el marco del proyecto Altiplano Resiliente, forma parte de los esfuerzos para prevenir la violencia basada en género, que afecta principalmente a las mujeres, tanto en el ámbito privado como en el público.
Orientado a la formación de formadores, el proceso logró la participación de 64 hombres, divididos en 3 grupos, en los departamentos de Quetzaltenango, Quiché y Chimaltenango.
En el primer bloque, facilitado entre 17 y el 24 de septiembre de 2024, los participantes, en su mayoría técnicos de organizaciones que implementan donaciones del proyecto y de instituciones gubernamentales socias, abordaron la gobernanza inclusiva y el cambio climático, analizando realidades hasta ahora naturalizadas en las prácticas cotidianas, las responsabilidades y consecuencias diferenciadas de esas prácticas, y las posibles rutas para generar espacios en los que todas las personas puedan participar de manera segura en la toma de decisiones comunitarias.
El segundo bloque, desarrollado entre el 22 y el 29 de octubre de 2024, fortaleció las capacidades técnicas y metodológicas de 30 participantes como formadores populares. Esto incluyó la realización de 10 réplicas en comunidades como San Juan Ostuncalco, Concepción Chiquirichapa, Chuatroj, San José Poaquil, El Cojobal y Chupol, que contaron con la participación de 148 personas, 113 hombre y 35 mujeres, en su mayoría población beneficiaria del proyecto: juventudes, autoridades ancestrales e integrantes de municipalidades e instituciones públicas.
Tres de esas réplicas se realizaron en idiomas locales, dos de ellas con predominancia del idioma K'iche' y una en Kaqchikel, lo que permitió conectar plenamente con las personas participantes desde sus idiomas originarios.
Como parte de los logros identificados por los participantes, destacan la mayor apertura de la población para reflexionar sobre estos temas, incorporar las técnicas y herramientas en otras formaciones, como las capacitaciones agrícolas, y el contar con equipos que puedan replicar a nivel comunitario y en idiomas locales este conocimiento.
Como retos resaltan el reconocer las oportunidades de mejora, tanto a nivel personal como institucional, el construir una base epistemológica propia, así como identificar mecanismos y estrategias para gestionar las injusticias y la violencia de género a otras situaciones cotidianas, romper estereotipos y tomar posición ante situaciones excluyentes que surjan en las comunidades.
Desde 2020, el proyecto Altiplano Resiliente implementa acciones para reducir el impacto del cambio climático en el ciclo hidrológico de las cuencas del altiplano guatemalteco, para aumentar la resiliencia del ecosistema y las poblaciones locales.
El proyecto Altiplano Resiliente es implementado por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), el Instituto Nacional de Bosques (INAB), y el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH).
Además de la UICN, Altiplano Resiliente cuenta con la colaboración de la Fundación para la Conservación de los Recursos Naturales y Ambiente en Guatemala (FCG) y la Universidad Rafael Landívar (URL), gracias a fondos provenientes del GCF (Green Climate Fund) y la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA).