USAID y UICN presentan siete años de logros en el manejo de recursos marino-costeros y en la mejora de los medios de vida para las comunidades costeras de Honduras y Guatemala
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) presentaron a las autoridades de ambiente, pesca y áreas protegidas de Guatemala y Honduras los logros del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera en tres sitios de implementación del proyecto: Puerto Barrios, Departamento de Izabal, Guatemala; Omoa, Departamento de Cortés, Honduras, y el Complejo Lagunar Karataska en el departamento de Gracias a Dios, Honduras.
Puerto Barrios, Guatemala, 15 de agosto 2024.Durante siete años, el ProyectoRegional de Biodiversidad Costeratrabajó en generar beneficios ambientales, económicos y sociales en ecosistemas y comunidades marino-costeras en sitios fronterizos de alta biodiversidad en Guatemala, El Salvador y Honduras, aplicando el enfoque de biocomercio para contribuir a reducir las amenazas a la biodiversidad y crear prosperidad económica y arraigo en los territorios intervenidos.
Con una inversión total de más de $13 millones de dólares por parte de USAID, la UICN implementó el proyecto en consorcio con la Asociación GOAL Internacional, como socio regional, y las organizaciones miembros de la UICN: la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), la Agencia para el Desarrollo de la Moskitia (MOPAWI), la Fundación Defensores de la Naturaleza (FDN) y la Asociación para el Rescate de la Vida Silvestre (ARCAS), así como aliados territoriales como la Asociación Programas de Gestión Ambiental Local (ASOPROGAL) y Asociación Semillas del Océano (SDO) en Guatemala y la Asociación de Cuerpos de Conservación (OMOA-CCO) y el Centro de Estudios Marinos, CEM, en Honduras.
Entre los principales resultados obtenidos en el Caribe de Honduras y Guatemala, se encuentra la mejora de los medios de vida de 3,590 personas (51% mujeres, 61% jóvenes y 77% indígenas y afrodescendientes) de comunidades marino-costeras, que con el apoyo del proyecto han generado más de 2 millones de dólares en ventas netas a través de 17 emprendimientos de biocomercio en pesca y turismo. Del total de emprendimientos, cinco integraron la producción de energía renovable, como una medida de adaptación al cambio climático, con la instalación de 243 paneles solares con capacidad de generar 91.76 KW.
Adicionalmente, el proyecto incidió en un mejor manejo de los recursos naturales en 527,724 hectáreas de paisajes costero-marinos de los dos países intervenidos con el establecimiento de vedas de especies de interés comercial, fundamentado en evidencias científicas; la identificación de zonas de conectividad de biodiversidad entre dos áreas protegidas: Punta de Manabique, Guatemala, y Cuyamel Omoa, Honduras; la normativa de los Límites de esfuerzos pesquero para el camarón en el Caribe de Guatemala oficializada e implementada; las Zonas de Recuperación Pesquera y los planes de manejo para Karataska, en Honduras y Guatemala. Al menos 95 personas vinculadas a estos paisajes fortalecieron sus habilidades y capacidades para la adaptación al cambio climático.
Como parte de las actividades, también se impartieron talleres para el mejor manejo de los recursos naturales en los que participaron 964 personas de las comunidades y autoridades pesqueras y ambientales de los dos países que ahora cuentan con fortalecimiento de sus conocimientos para un mejor manejo.
El evento de presentación de resultados contó con la participación de líderes comunitarios; ONG aliadas; grupos beneficiarios y autoridades de Honduras y Guatemala, entre ellas el viceministro de la Secretaría de Recursos Naturales (SERNA) de Honduras, Jorge Salaverri; la directora regional de la Unión Internacional para la Naturaleza (UICN) para México, América Central y El Caribe, Úrsula Parrilla; el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), Igor de la Roca Cuéllar, y el director ejecutivo de Pesca (DIPESCA) de Guatemala, Carlos Marín. Por parte de USAID, asistieron Agnes Tusjak, Gabriela Vélez, Ashley Netherton y el gerente del proyecto regional, Luis Ramos.