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Blog 23 Aoû, 2023

El Agua y las Mujeres

Este año la Semana Mundial del Agua busca sembrar las semillas del cambio. En el marco de este importante evento analizamos la incorporación efectiva de las mujeres en la gestión sostenible del agua.

“Cuando las mujeres están involucradas, hay mejores resultados en la gestión sostenible del agua” afirma la en un estudio realizado el año 2022. Sin embargo, su inclusión formal en la gestión o gobernanza de este recurso todavía es limitada. ¿Cómo podemos los proyectos de conservación y desarrollo fomentar la participación de las mujeres en la toma de decisiones sobre el agua?

32% de las mujeres trabaja en energías renovables, mientras que apenas el 17% lo hace en el sector del agua.

Fuente:

El sector del agua no es distinto de muchos otros, en donde la participación de las mujeres se ve coartada por roles tradicionales de género, la falta de incorporación de mujeres en carreras y empleos de ciencias y tecnología, e incluso, casos de acoso y violencia. Pero en este caso, las mujeres sí tienen un rol en la gestión del agua, aunque invisibilizado, y este conocimiento se está desperdiciando.

Comprender las dinámicas de género relacionadas con el acceso, la utilización y el control del recurso hídrico permite visibilizar las diferencias en los roles que hombres y mujeres desempeñan en relación con el agua.

En este sentido, es crucial destacar la dicotomía existente entre los espacios público y privado. El ámbito público, generalmente asociado con lo masculino, y el privado, tradicionalmente vinculado a lo femenino, contribuyen a reforzar la idea arraigada de que la gestión del agua en contextos agrícolas, de salud, saneamiento y tareas domésticas es una responsabilidad exclusiva de las mujeres. Esto contrasta con la concepción de la gobernanza del agua, percibida como una actividad propia de los hombres y de carácter público.

En esta dinámica, las mujeres muchas veces asumen roles invisibles pero esenciales en la gestión del agua, garantizando su disponibilidad para actividades diarias indispensables. No obstante, esta distribución desigual de tareas y responsabilidades no solo refleja estereotipos de género arraigados, sino que también limita la participación equitativa de las mujeres en la gobernanza del agua.

Con respecto al agua, hay considerar las necesidades específicas de las mujeres: abastecimiento de agua para sus hogares y huertas, el cuidado de los niños y la higiene menstrual.

Las mujeres son protagonistas fundamentales para impulsar los avances en el derecho al agua y el saneamiento. No obstante, son el género que se ve más perjudicado cuando el agua escasea. La presencia de mujeres en actividades que requieren un uso intensivo de agua, como la agricultura, la preparación de alimentos, la recolección de agua y la preservación de fuentes hídricas, no concuerda con su limitada influencia en las decisiones relacionadas con este recurso. Tradicionalmente se considera que las mujeres pueden ejercer poder sobre asuntos femeninos -entre los que no se cuenta el manejo de recursos naturales -mientras que los hombres pueden hacerlo en todos los ámbitos.

Cuando las mujeres toman acción sobre la gestión del agua, se impulsa la innovación a través de soluciones cooperativas para el abastecimiento, la difusión del conocimiento, la resolución pacífica de conflictos, la sensibilización y la educación de sus comunidades y de las próximas generaciones; garantizando la sostenibilidad del recurso y el acceso equitativo para todas. Su estilo de liderazgo suele ser más orientado hacia la construcción de consenso y la promoción del bienestar colectivo, buscando soluciones que beneficien a toda la comunidad. Sin embargo, los marcos de gobernanza no evolucionan lo suficientemente rápido como para promover la equidad de género en los procesos formales de toma de decisiones sobre el agua ().

Esta Semana Mundial del Agua nos invita a reflexionar sobre qué innovaciones en los sistemas de gobierno son necesarias para gestionar mejor el agua. Nuestra mirada, sin duda, se vuelca a cómo incorporar de manera efectiva a las mujeres.

¿Qué solución proponen los proyectos de desarrollo?

Las soluciones tradicionales de los proyectos de desarrollo apuntan al empoderamiento de las mujeres, a través del reconocimiento y fortalecimiento de sus capacidades, el desafío a los estereotipos y la violencia basada de género, el desarrollo de emprendimientos que mejoren sus medios de vida, así como la creación de espacios y cuotas designadas para impulsar la participación de las mujeres en espacios de toma de decisión. También se solicitan más estadísticas desagregadas; estudios que demuestren las necesidades particulares y contribuciones de las mujeres; lenguajes inclusivos; planificaciones que tomen en cuenta ; campañas de sensibilización (ver recuadro), y leyes de protección.

Cuando una escuela carece de servicios sanitarios adecuados, es poco probable que las jóvenes asistan a clases durante su periodo menstrual, perdiendo casi 1 de cada 4 semanas de clases. Esto retrasa sus logros, lo que muchas veces es un factor de deserción escolar y una merma en sus oportunidades futuras.

Todas estas acciones son necesarias, sin embargo, a nivel individual, trabajar en el reconocimiento formal de la tenencia y herencia de la tierra y sobre las autorizaciones de uso del agua tiene el potencial de incrementar la capacidad de las mujeres para tomar decisiones sobre estos recursos. Esto aumenta sus oportunidades de generar ingresos y autonomía financiera, lo que las lleva a estar más empoderadas para tomar las decisiones que afectan directamente a sus medios de vida, hogares y comunidades. Así también, tienen más posibilidades de invertir en la educación y salud de sus hijos, en proyectos de cohesión social y la conservación de la naturaleza, lo que tiene un impacto positivo en el desarrollo de la comunidad en general. Los proyectos de cooperación para el desarrollo pueden desempeñar un papel fundamental en impulsar estas reformas legales.

Asimismo, podemos reconocer que la tenencia de la tierra no necesariamente implica control sobre la misma y sus recursos, ya que en ocasiones las normas consuetudinarias de género pesan más que los sistemas legales. Por esta razón, además de apelar por la titulación de las tierras es necesario implementar medidas que insten al cuestionamiento y transformación de normas discriminatorias e inmiscuir a mujeres y hombres en estos procesos.

La apuesta del proyecto BRIDGE

La UICN a través del proyecto BRIDGE, demuestra que la creación de redes formales de mujeres ayuda en la difusión del conocimiento y fortalecimiento de capacidades; pero, sobre todo, genera espacios en donde pueden brindarse apoyo entre pares en torno a la gestión sostenible del agua y otras cuestiones comunes.

Género y Agua
©UICN América del Sur

La asociatividad y colaboración son claves en el proceso: generan pertenencia, responsabilidad y flexibilidad en las decisiones grupales. Además, el reconocimiento formal de estas agrupaciones les permite acceder a otro tipo de apoyo y recursos, como capacitaciones más estructuradas y donaciones directas de la cooperación. Incluso es válido afirmar que la voz de una red constituida tiene mayor influencia en los procesos participativos. Además de catalizar la formación de estas redes, se debe impulsar su formalización y participación en espacios clave de la gobernanza del agua.

En las zonas de intervención del proyecto BRIDGE en América del Sur, se acompañan dos procesos de grupos de mujeres que cooperan la gestión sostenible y buena gobernanza del agua a nivel transfronterizo.

  • Con varios años de evolución, Mujeres Unidas en Defensa del Agua en el Titicaca (Bolivia) comenzó como un grupo autoconvocado para realizar campañas de limpieza de basura en las orillas del lago. BRIDGE y la ONG Agua Sustentable, miembro de UICN, iniciaron un proceso de fortalecimiento de capacidades que hoy en día sigue impulsado con el aporte de otros socios. En la actualidad las mujeres de esta agrupación ocupan cargos de elección pública en sus municipalidades y el grupo es reconocido como un participante clave en la gestión del lago. Las mujeres que defienden el agua del Titicaca dan discursos junto a renombrados profesionales y ministros de relaciones exteriores en . Su camino avanza hacia la necesidad de reconocerse como una persona jurídica, lo que les daría más autonomía en los proyectos que decidan emprender.

  • Como facilitador de la creación y operatividad de la Comisión Binacional para la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos de las 9 Cuencas Hidrográficas Transfronterizas entre Ecuador y Perú, BRIDGE fue invitado a participar en Encuentro Binacional de Mujeres de la Cuenca Mayo-Chinchipe que cierre del proceso formativo impulsado por el proyecto CUIDAR[1]. La conformación de esta red de mujeres se encuentra en una etapa inicial, definiendo su alcance y objetivos para mitigar los impactos negativos que la minería ilegal y el cambio de uso de suelo están generando sobre el agua compartida y sobre sus comunidades. Esta red puede consolidarse y formalizarse de manera que luego influya en la planificación de la cuenca hidrográfica compartida, haciendo escuchar las voces de las mujeres.

Tratando de construir un círculo virtuoso, los procesos impulsados por la cooperación para el desarrollo podrían partir por hacer conscientes a las mujeres de sus propias capacidades, conocimientos y de la gestión que ya realizan sobre el agua. Luego, proponer las reformas necesarias para otorgarles los mismos derechos sobre la propiedad y el control de la tierra, el agua y otros recursos naturales, así como acceso en igual de condiciones a los servicios financieros o la personería jurídica suficiente para impulsar sus propios proyectos de manera cooperativa. Cuando esto suceda, las mujeres podrían pasar de la gestión implícita del agua a su gobernanza efectiva, es decir, participar en las decisiones que afectan sus medios de vida.

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BRIDGE mantiene el compromiso de reconocer y potenciar el papel de las mujeres en la gestión sostenible y buena gobernanza del agua a todo nivel. Esperamos fortalecer sus capacidades para exponer sus perspectivas, conocimientos y experiencias para que de esta manera contribuyan a diversificar e innovar las soluciones necesarias para alcanzar seguridad hídrica. Incorporar efectivamente a las mujeres es sembrar semilla de cambio en la gestión y gobernanza del agua.


[1] Derechos, Agua y Resiliencia en Cuencas Amazónicas – CUIDAR - es un programa ejecutado por Protos Andes, Naturaleza y Cultura Internacional Perú, Naturaleza y Cultura Internacional Ecuador, Universidad Nacional de Loja - UNL, Universidad Nacional de Jaén, con asistencia técnica de Join For Water y el financiamiento de la Cooperación Belga para el Desarrollo.

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