La UICN acoge con satisfacción el Marco Mundial para la Biodiversidad después de 2020 como un paso importante para abordar la crisis de la naturaleza
La UICN acoge con beneplácito el Marco Global de Biodiversidad Post-2020, que fue adoptado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (CDB COP15) en Montreal, Canadá, el 19 de diciembre de 2022, después de cuatro largos años de negociaciones. Felicitamos a la Presidencia china, a los anfitriones canadienses y a la Secretaría del CDB por sus esfuerzos.
El acuerdo marca un paso importante en la dirección correcta, aunque no vaya tan lejos como nos hubiera gustado. La UICN aplaude especialmente el compromiso asumido de conservar al menos el 30% de las áreas terrestres, de aguas continentales y costeras y marinas, y especialmente las áreas de importancia para la biodiversidad, mediante sistemas de áreas protegidas ecológicamente representativos, bien conectados y administrados equitativamente y otras medidas eficaces de conservación basadas en áreas. Es crucial que las Áreas Clave para la Biodiversidad se incluyan en este 30%. A la UICN le complace que la Meta 3 de Kunming-Montreal reconozca los territorios indígenas y tradicionales, respetando los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Acogemos con beneplácito la inclusión de componentes distintos para cada uno de los tres niveles de biodiversidad (ecosistemas, especies y diversidad genética) en el Objetivo A del marco. Resulta alentador que, a partir de ahora, el componente relativo a las especies obligue a actuar para detener la extinción de las especies amenazadas y a reducir diez veces el riesgo de extinción de todas las especies para el 2050. En cambio, el componente de los ecosistemas es decepcionantemente débil, ya que no establece ningún mandato para detener la pérdida de la superficie cubierta por ecosistemas naturales, ni para reducir el riesgo de colapso de los ecosistemas.
Además, acogemos con satisfacción los objetivos de acción sobre la ampliación de la conservación de especies, la preservación de los ecosistemas aun intactos y la restauración a gran escala de lo que ya se ha agotado, así como el reconocimiento otorgado al papel de las Soluciones basadas en la Naturaleza, que reflejan decisiones similares tomadas en otras Convenciones de Río, G20 y otros órganos.
Las Partes han forjado importantes compromisos sobre algunos de los temas más polémicos. La UICN celebra que el acuerdo exija la reducción de los subsidios perjudiciales en al menos US$ 500.000 millones y un aumento del financiamiento de la biodiversidad en al menos US$ 200.000 millones de todas las fuentes, incluidas las internacionales, nacionales, públicas y privadas, para 2030. Para que la ambición del acuerdo de Montreal se haga realidad, es esencial que estos compromisos financieros se cumplan en su totalidad.
En este sentido, nos sentimos alentados por el Fondo Fiduciario Especial ("Fondo GBF") que se establecerá en el marco del Fondo para el Medio Ambiente Mundial para ayudar a aplicar el Marco Mundial para la Biodiversidad, complementar el apoyo existente y aumentar la financiación para garantizar su aplicación oportuna. También aplaudimos la decisión de establecer un mecanismo mundial para compartir los beneficios derivados del uso de la información sobre secuencias digitales de recursos genéticos, incluyendo un fondo multilateral.
Sin embargo, a la UICN le preocupa que no se hayan mantenido los plazos cuantitativos de 2030 dentro de los objetivos, cuando está claro que, si se quieren cumplir los objetivos para 2050, se debe exigir un progreso sustancial en los resultados para 2030.
A medida que avancemos hacia la aplicación del marco, será de vital importancia realizar un seguimiento de los avances en relación con los objetivos mediante indicadores con base científica. Saludamos la inclusión del Índice de la Lista Roja y de la Lista Roja de Ecosistemas como indicadores principales para el Objetivo A y las Metas 1 y 4. La UICN está dispuesta a participar en el Grupo ad hoc de expertos técnicos sobre indicadores y contribuir con los datos, la experiencia y las redes nacionales de la Unión para fortalecer aún más el marco de monitoreo del acuerdo.
La última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, publicada al comienzo de la COP15, puso de relieve el alcance y la urgencia de la crisis a la que nos enfrentamos. El cambio transformacional necesario para poner a la naturaleza en la senda de la recuperación requiere que se escuchen las voces de todos los actores, y que todos los sectores de la sociedad se comprometan y participen en el cumplimiento de los objetivos adoptados en Montreal. Hacemos un llamado a los miembros, Comisiones y expertos de la UICN para que se unan en torno a nuestra visión de un mundo justo que valora y conserva la naturaleza, y que redoblen sus esfuerzos para apoyar la implementación de este nuevo pacto mundial para la naturaleza y las personas.